He visto un mar de estrellas
que sólo en tus ojos se reflejan
desnudo
como tu cuerpo en la arena
no cabía en mí
el misterio de acariciar la noche
del silencio en la marea,
de un cielo que es sentir
a tu vera
la oscuridad
reflejada en las estrellas
sólo el silencio
sentí gemir
en tu presencia
tocar el cielo
y sentir
la vida eterna,
no puede ser
prohibido
tanto amor
tan bella noche
tanta luz de estrellas,
solos ante esa oscuridad
que acariciábamos
entre la sal, el cielo y la arena,
desnudos como lo somos
ante Dios
en silencio
extenuados
por su presencia,
porque somos dignos
de su amor
así es como Él
nos hizo
para creer
en la vida eterna,
en su cielo y su color
ya sea azul
o más oscuro
en las estrellas,
para que la noche
pueda ser de amor
nos desnudamos
como el cielo
que contemplan
las estrellas.